domingo, 29 de abril de 2007

Divertimento filosófico: 1. Filosofía

¿Qué es la filosofía? Desde antiguo la tradición griega y helenística entrega esta descripción a una suerte de “amor por la sabiduría”; “filósofo” es aquel que posee ese amor y le dedica su vida. Hermosa descripción. Sin embargo, prefiero invertirla y hacerla más operativa. Así, tomo al pie de la letra el término “filosofía” como una “sofía” (sabiduría) sobre el “fílos” (amor de amistad, relación). Así, la filosofía viene a ser “sabiduría sobre lo relacional” y su campo de trabajo, el de la malla que une todo con todo. La filosofía estudia y conoce esa malla, en las sinapsis en que una disciplina colinda con otra y se hace otra: por ejemplo, donde la física se hace metafísica o la sociología, otredad. Hermoso panorama ése del filósofo: caminar los innúmeros senderos entre cosas, entre palabras, entre descripciones, entre ciencias y poesías.

lunes, 23 de abril de 2007

Divertimento filosófico: Introducción.

Me propongo – en los postales que vendrán – dejar correr los dedos sobre el teclado de la filosofía: un divertimento en una serie de textos en los que iré haciendo resonar – como al pasar, suavemente y espero con imaginación y gracia – algunos temas que aparecen en mi horizonte como claves en la tarea de filosofar, empezando por lo que entiendo por esta tarea y la profesión del filósofo. Talvez sea una ventana en la que vayan apareciendo paisajes de palabras que – como dice el Corpus Hermeticum – estén “henchidas de obras” (mestái tôn ergôn) para quien las dice y quienes las lean (CH 6, 2). Textos cortos y solo un tema por vez. Bienvenidos todos los comentarios.

viernes, 20 de abril de 2007

Tomás de Aquino: trabajo intelectual

Tomás enseñó en las universidades de París y Nápoles a partir de 1252 con diversos cursos y peripecias. Sus trabajos más famosos son la Summa Contra Gentiles (1259-64) y la Summa Theologica (1266-73), apuntes de clase minuciosamente detallados dentro de una visión majestuosa de la Escolástica vigente en el siglo XIII. Fue llamado como teólogo del Concilio de Lyons, y murió en camino el 7 de marzo de 1274, a los 49 años. De su estadía en París parece ser una carta dirigida a un cierto “Hermano Juan”, en la que le entrega los siguientes “Dieciséis consejos para adquirir el don de la ciencia”.
“1. Debes entrar en el mar por ríos chicos, no de repente: conviene ir de lo más fácil a lo más difícil. Esta es mi advertencia e instrucción.
2. Quiero que no seas hablador y que te apartes de lugares de habladurías.
3. Conserva la pureza de tu conciencia.
4. No dejes de lado la práctica de la meditación.
5. Recógete en tu lugar apartado.
6. Muéstrate amable a todos.
7. No te pongas a averiguar las cosas de otros.
8. No te muestres excesivamente familiar con nadie: la familiaridad lleva al menosprecio y da materia para abandonar tu ocupación.
9. No te inmiscuyas para nada en dichos o hechos mundanos.
10. Huye sobre todo de las gestiones inútiles.
11. No dejes de imitar las huellas de la gente de bien.
12. No mires a quien escuchas, sino que guarda en tu memoria todo lo que se diga de bueno.
13. Haz que entiendas lo que leas y oigas.
14. Certifícate de tus dudas.
15. Y esfuérzate por ordenar todo lo que puedas en el armario de tu mente, como deseando llenar tu vaso.
16. No busques lo que te sobrepasa”

martes, 17 de abril de 2007

Ocio y vida

Con este texto ponemos término a una serie en la que hemos puesto sobre la mesa los mensajes de vida de una serie de maestros de la antigüedad clásica griega y latina que apuntan a presentarnos las ventajas de una vida en ocio, esto es, de una vida en la cual no primen las exigencias externas de un trabajo que ellos dicen ser “servil”, esto es, al servicio de las necesidades de quien nos paga. La invitación de estos maestros es a volcarnos hacia una vida clara, simple, en la que los sucesos diarios – no siempre favorables – pierdan su importancia determinante de nuestro mundo interior. Es una invitación a la libertad, a la sencillez, a la alegría en lo mesurado, a ver el nacimiento de un Mundo Nuevo en cada uno de los pequeños actos que ponemos cada día como piedras de un camino que nos lleva hacia delante, en un avanzar por las sendas de la humanidad, rescatando lo humano en lo humano que llevamos con nosotros. Es ése nuestro intento e invitación.

lunes, 9 de abril de 2007

Magnus ordo saeclorum

“Magnus ab integro saeclorum nascitur ordo” canta Virgilio (Bucolica, IV): “nace desde dentro un nuevo orden de los siglos” refiriéndose a su esperanza en un Mundo Nuevo que desea ver y celebrar. Los tiempos son cíclicos y nuestro mundo interior es una fuente de renovada espera de lo que vendrá y viene en la medida de lo que esperamos.

jueves, 5 de abril de 2007

Epojé

Practicar la “epojé”, la suspensión del juicio, nos lleva a no aceptar ninguna descripción – venga de donde venga – sin un examen crítico de su verdad, esto es, de su fuerza explicativa con respecto de los entornos a los que se refiere; esta fuerza explicativa se traduce en la capacidad de ese juicio para fundar acciones efectivas en el contexto de su ocurrencia.

miércoles, 4 de abril de 2007

Semillas de sabiduría: Carpe diem

No vale la pena tratar de averiguar los destinos que los dioses nos reservan, ni recurrir a adivinaciones para conocer el futuro: mientras hablamos se nos va el tiempo, dice Horacio (Odae I, 11). Limitémonos a cultivar el día. Es el sentido del famoso “carpe diem” que una hermosa película puso en nuestras pantallas; “carpere” es un término agrícola que designa el aporcar la tierra. Hagamos eso con nuestros días: aporquémoslos, mantengámoslos aireados y mullidos para que recojan buenas semillas de palabras llenas de obras.

domingo, 1 de abril de 2007

Semillas de sabiduría: Aurea mediocritas

Nos dice Horacio que viviremos más rectamente (“rectius vives”) si nos apartamos de los extremos y optamos por una “aurea mediocritas” (Odae, II, 10). La palabra “mediocridad” tiene para nosotros un sentido peyorativo, por lo que considero más en el sentido de la recomendación del poeta hablar de una vida de “dorado equilibrio”, alejada de extremos. Hoy podríamos hablar de una actitud de evitar las formas de vida y de trabajo que conducen a los desequilibrios que nos limitan y nos matan: cáncer, cardiopatías, crisis de nuestro sistema inmune.