miércoles, 28 de marzo de 2007

Semillas de sabiduría: Ataraxia

No solo el Buda nos ha llamado la atención acerca de que el dolor se genera en el deseo y sobre un camino para superarlo. Dentro de la tradición de los maestros que hemos venido comentando la ataraxía (tarásso: perturbar) es la actitud propia del sabio, del filósofo que hace una distinción entre lo que sucede – muchas veces inmanejable por nosotros en lo inmediato – y nuestra reacción emocional ante esos sucesos, la que sí podemos manejar, no permitiendo que nuestros impulsos y deseos nos agiten. El camino para lograr esta actitud pasa por enfrentar eficientemente las cosas que dependen de uno y no preocuparse (pre-ocuparse) por lo que todavía no llega. La importancia no forma parte de la esencia de las cosas sino que es una atribución que nosotros les hacemos. Ayuda a esto el cultivo de la areté personal, como fuerza o virtud que nos proporciona dominio sobre nuestras emociones en las que se funda nuestra atribución de importancia a lo que decimos suceder o acontecer, tanto en presente como en futuro.

2 comentarios:

  1. Ataraxia: la tranquilidad del alma, vinculada a la epojé y la aphasia de la que hablaban los antiguos escépticos.
    Me he encontrado muy a gusto en este blog.... me encanta la filosofía.... me encanta el ocio... es una maravilla la residencia de Tiberio sobre la Isla de Capri...Cada rincón invita a la paz y a la meditación.
    Tendré que conocér Tunquelén.
    Un saludo trasandino

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  2. Ciertamente que mi Tunquelén no tiene nada que ver con lo de Tiberio en Capri, San Michele y todo ese mar y cielo azules. Lo nuestro es una modesta casa en un lugar de paz: eso es todo (y no es poco). Cuando vengas por Santiago avísame y te invito a matear por estos lados. Un abrazo. Gonzalo

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